Iba llegando a la combinación del metro. Me aprontaba a subir la escalera mecánica. Todo iba bien hasta que "de muestra un botón". Una persona se detuvo en el lado izquierdo. O sea la vía rápida. Ahí se detuvo todo. Seguimos siendo los mismos. Aproveché el momento para hacer un resumen de lo vivido en la oficina. O sea nada. No quería mirar hacia arriba, porque en los escalones superiores iban un par de piernas dibujadas a mano. Y si me inclinaba un poco, solo un poco, seguramente le vería el comienzo de las piernas. ¿Para qué ver mas?. En realidad no me interesó verle los calzones. ¿Qué gano?. Así que poniendo cara de pensando la mire sin mostrarme interesado. Yo pienso que si miro con la vista fija, como si estuviera en otra, nadie se daría cuenta, pero que equivocado estoy, las mujeres siempre piensan que de todas maneras las están mirando. Hasta las más desproporcionadas se creen el cuento. Así que cualquier efecto distractivo está de más. Mejor aplico la técnica de mirar directamente. Y cuando paso a su lado, le digo un piropo. Aunque me da lo mismo como lo recibió porque no me doy vuelta y no la veo mas. Si a fin de cuentas el piropo no era lo importante, lo importante fue mirarle las piernas.
Me dieron el dato de leer un par de blog. Antes leía noticias en internet, hasta que me dieron la dirección de un blog. Lo leí. Después leí sus linker. Y otros linker. Es decir, caí en la trampa, caí en la red. Hay de todo. Soy de la generación antigua. De esa que se educó sin celular. Donde era mal educación hablar por teléfono y solo se usaba para coordinar una reunión. Hoy en cambio si quieres ver a alguien para conversar algo, lo llamas y te dice "dime no mas", ahí mismo. No me desespero si suena el celular ni tampoco me interesa donde se ubica quien me habla, menos le digo donde estoy, no le puede importar menos. Siempre le digo, estoy en algarrobo, rascándome la guata al sol, o mirando las estrellas, y si es un hombre, agrego que con una mina al lado. Claro que soy hincha del aparato este. Lo uso para mi trabajo y parte de mis logros se lo debo a la oportunidad de tener un celular. No podría ser de otra forma. Lo mismo Internet. Pero jamás hablo por este aparato con amigos. El "como estay" no existe para mi.
Tengo como mala costumbre hablar mucho. Sin embargo soy un tipo observador. Soy de los que en las reuniones la paso callado, observando, lo mismo en las fiestas, carretes, veladas, eventos, reunión familiar. Me gusta estar con gente. Hablo mucho entonces cuando no corresponde. Como observo mucho, hago comentarios poco felices. Descubro cosas. Veo bajo el agua. Hablo solo. Soy nocturno. No me gusta dormir. Cuando pestañeo me tomo un café y se me quita el sueño. Litros de café durante el día. Lo mismo coca o pepsi light. Con harto hielo. Me gusta leer, escribir, escuchar música, es especial clásica, óperas, bañarme, lavarme las manos cuarenta veces al día. Me gusta tomar sopa. Caminar. Siempre con una bebida light de medio litro en la mano. Mirar fotografías que yo tomo. Con esto de la fotografía digital ahora ya no tengo miles, tengo millones. Cuando ocupo escritorios ajenos, abro los cajones.
Bueno. Ya me presente. Siempre hago lo mismo con las agendas o los manuales. O los otrora diarios de vida. La primera página es para presentarme. A mi mismo. Esta vez será público. ¿Será? ¿Tendré audiencia? Espero que si. Debe agregar una cuota de entretención. No será fácil entonces. Bienvenidos.
martes, 29 de enero de 2008
EL uno
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