jueves, 20 de enero de 2011

El Finiquito


-        Pero ¡Qué hiciste! Negociaste tu finiquito.
-        Necesito dinero.
-        Vas a terminar vendiendo hasta los muebles.
-        Ya empezaste a molestarme de nuevo.
-        No te es más fácil mantener tus otros trabajos. En vez de dejarlos botados.
-        No quiero ese tipo de opinión que me  ……………
-        Ha, bueno. Si estás exponiendo el tema, yo opino. 
-        Qué lata que seas así.
-        Tú elijes. Si quieres buenas opiniones tienes a tus amigos.
-        Ya, córtala. No, no, nada de lo que tú dices es así.
-        Te pregunto: ¿Ricardo, tu jefe, aceptó el finiquito?
-        En ese aspecto él no cuestiona. Hace lo que yo le pido.
-        Hace un tiempo Ricardo te ofrecía días libres, para que tengas otros trabajos.
-        Si, él me apoya y es muy confiable, no como tú.
-        Pero si me acabas de decir que no le importó firmarte el finiquito.
-        Sí, así no pago cuatro dividendos del departamento por el seguro.
-        Calculó que es mejor que trabajes todos los días y no pagar horas extra.
-        Sí, pero me subió el sueldo.
-        Viste, No te ofreció como antes que busques otros trabajos
-        Ya. Te odio, no me hables mas, eres insoportable.
-        Te dijo acaso, si tienes problema busca otro trabajo, yo te doy garantías. Nada.
-        lelo lelo, no te escucho – lelo lelo.

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